La víspera de San Miguel del año 1238
el rey moro de Valencia, Zayyan Ibn Mardanix, firma la rendición de la
ciudad, negociándose en las capitulaciones que la población musulmana
que lo desease dispondría de cinco días para recoger sus bienes y
evacuar. Concluido el período pactado, el rey En Jaume entra en Valencia
el 9 de octubre, día de San Dionisio.